La Propiedad Intelectual juega un rol importante en el desarrollo de los países, siendo la Industrial un subconjunto clave de ésta en los procesos productivos. Sin embargo, Chile en comparación a países que generalmente son tomados como modelos de desarrollo, exhibe pobres indicadores en lo que respecta a Propiedad Intelectual.
En este contexto, los establecimientos de Educación Superior pueden hacer un notable aporte desde sus carreras tecnológicas; donde la imaginación, creatividad e innovación son demandadas transversalmente. Pese a ello, al carecer de una institución en materia de Propiedad Industrial, muchas novedades de potencial impacto comercial concebidas por estudiantes, no se canalizan en orden a proteger tales valiosas ideas derivadas de un trabajo intelectual.
Este desaprovechamiento se provoca porque los alumnos y algunos profesores no conocen los protocolos de protección de sus invenciones, porque no existe material para ensayar prototipos, porque no existe una cultura de respeto a la propiedad derivada del intelecto y simplemente porque no se perciben oportunidades de desarrollo profesional y corporativo en cada idea.
Por lo tanto, consolidar una institución de Propiedad Industrial en aquellas carreras tecnológicas, institución en su más amplio sentido reforzado por su etimología que expresa poner algo firme dentro, constituye una urgencia.
Para ello se deberán diseñar y articular varios elementos que comprometen a alumnos y profesores tales como jornadas de instrucción, realización de talleres, elaboración de apuntes y simulaciones entre otros; todos actualmente ausentes como insumos claves para la citada institucionalidad.
Una vez consolidada la institucionalidad en Propiedad Intelectual, se desea que cada egresado esté capacitado no tan sólo para concebir manufacturas y servicios protegibles; sino además para tramitar ante organismos oficiales (INAPI y equivalentes extranjeros) su patente de invención, modelo de utilidad o diseño industrial, para realizar el marketing tecnológico y para iniciar las acciones legales ante violaciones de sus derechos.
Es más, una experiencia piloto en tal sentido como la que se realiza actualmente en el Departamento de Tecnologías Industriales de la Universidad de Santiago de Chile, puede servir como patrón para otras unidades académicas; inundando a la Educación Superior chilena de una cultura de Propiedad Industrial que permita aumentar la protección intelectual, enriquecer el capital intelectual y escalar en desarrollo tecnológico con su inevitable incremento del bienestar social.
Dr. Lucio Cañete Arratia
Editor en Jefe