Nunca el ambiente de las personas es el deseado. Vivir en una ciudad con contaminación atmosférica, estudiar en una sala bulliciosa, trabajar en una organización para un jefe odioso, disponer de un computador lento, nadar en una playa plagada de medusas, transitar por calles atochadas y ser gobernado por políticos de dudosa reputación son algunos ejemplos que evidencian una diferencia entre el estado real del entorno y el estado deseado.
Esta discrepancia entre la situación real del ambiente y la ideal no sólo la registran las personas; sino diversas organizaciones. Una universidad pública con escaso aporte estatal, un país con vecinos hostiles, una empresa manufacturera con competidores más eficientes, una industria agropecuaria con negocios expuestos a sequías y plagas, una municipalidad con borde costero azotado por tsunamis y una villa con baja frecuencia de transporte son algunos ejemplos.
Ante este hecho universal, pensadores de la Antigua Grecia postularon la necesidad de desarrollar herramientas que tendieran a disminuir la brecha entre lo deseado y lo existente, emergiendo la Cibernética entendida como la ciencia del control, cuya misión principal es conducir la trayectoria de los sistemas dentro de ciertos rangos, evitando que estos deriven a estados indeseados. Varios siglos después algunos geógrafos establecieron que aun disponiendo de las herramientas desarrolladas por el Hombre, éste nunca sería capaz de someter satisfactoriamente el entorno a sus intereses. Este grupo de intelectuales defendía sus posturas afirmando que una situación contraria, permitiría cultivar desiertos o habitar el Polo Norte como ejemplo, situación a la sazón no registrada. Por el contrario y acogiendo tácitamente algunos conceptos de Cibernética, otros geógrafos a principios del Siglo XIX establecieron una postura más “posibilista”, afirmando que el Hombre con sus capacidades puede someter al entorno, por muy adverso que fuese. Inspirador de esta doctrina es Lucien Febvre con sus obras seminales que alteraron la forma de encarar los problemas en el ambiente, concibiéndolo como un ente modificable y ajustable a los intereses de las sociedades.
Hoy la doctrina del Posibilismo declara que los seres humanos con sus tecnologías son capaces de controlar el ambiente; desestimando las posturas que establecen la subordinación del Hombre a las variables del entorno, en particular las climáticas. La supervivencia del Hombre a las glaciaciones, la explotación agrícola de desiertos y la caminata por la Luna; son algunos ejemplos paradigmáticos que esgrimen los posibilistas. En cuanto a los desafíos pendientes a nivel mundial está el manejo eficiente de energía, la conquista de zonas extremas, la atenuación del cambio climático y la eliminación de la marginalidad alimentaria entre otros. Sin embargo; cada país, municipalidad, empresa, familia y otra forma de sociedad humana, tiene sus propios desafíos en cuanto a la transformación del ambiente que la rodea, siendo el Posibilismo una atractiva manera de encararlos.
El Journal of Technological Possibilism puede ser un foro internacional para publicar los últimos avances en tecnologías destinadas a transformar el estado indeseado de los ambientes en otros más placenteros. La revista publica artículos con contenido de la mejor calidad en teorías, experimentos, proyectos y otros asuntos relacionados con Cibernética Ambiental, Human Enhancement, Negentropía Ambiental, Creaciones Ilustradas, Mitigación de Desastres, Producción Adaptativa, Manejo de Espacios Vitales, Localización Espacio-Temporal, Integración Regional, Evolución Dirigida, Desarrollo de Terroirs, Manufactura Romántica, Ergonomía de Intemperies, Seguridad Alimentaria, Autarquía Económica, Geopolítica Moderna, Sistemas Geomáticos, Ecopoyesis, Terraformación, Smartcities, Exploraciones al Cosmos y Conquista de Zonas Extremas.
La revista es por lo tanto, no sólo un lugar de encuentro donde científicos, filósofos, políticos y empresarios pueden intercambiar ideas y experiencias; sino además es una vía de educación para estudiantes, profesores y todos quienes desean conocer cada vez más acerca de esta corriente intelectual.
A pesar de la diversidad del Posibilismo Tecnológico, cada trabajo a someter en un artículo debe irrenunciablemente ser novedoso y útil. Novedoso ya sea en insumos o procesos y útil en el nítido incremento en el bienestar de alguna sociedad.